No es ningún secreto que hoy en día el precio de la luz y el gas ha aumentado notablemente debido a diversas circunstancias que repercuten de forma negativa en el bolsillo de la ciudadanía. Si al precio de la energía le sumamos que la mayoría de los edificios son anteriores a la década de los 80 del siglo pasado y que, por tanto, los aislamientos son deficientes, la combinación es desastrosa: energía carísima que se derrocha sin control.
Rehabilitar tu edificio para que esto no suceda es la solución más inteligente ya que, aunque suponga un gasto, a medio y largo plazo es un dinero que vas a recuperar. Por no hablar de los beneficios para el medio ambiente que también nos afecta a todos. Vamos a ver con más detalle en qué consiste una rehabilitación energética de edificios y cuáles son sus principales ventajas.
¿En qué consiste la rehabilitación energética de un edificio?
La rehabilitación energética de edificios consiste en realizar una serie de obras para incrementar la eficiencia energética de los inmuebles. Se busca, por tanto, optimizar la energía que se consume, reducir las emisiones de CO2 y que el importe de las facturas, sobre todo la eléctrica, disminuya. Incorporar energías renovables para el autoconsumo es otra de las posibilidades que ofrece la rehabilitación energética y por la que apuestan cada vez más personas.
Las rehabilitaciones suelen hacerse en distintos pasos partiendo de una auditoría de eficiencia energética del edificio que será la que nos indique las mejoras que hay que realizar. Generalmente estas reformas van encaminadas a mejorar los aislamientos e instalaciones. En concreto, estos son los elementos de los inmuebles que suelen necesitar obras: fachadas, cubiertas, tabiques y suelos (a los que hay que incorporar materiales aislantes), ventanas (de doble y triple cristal), protecciones solares (hablamos de añadir toldos o persianas) e instalaciones energéticas (renovar equipos de climatización, iluminación, etc.).
Acometer todas estas reformas puede resultar costoso, pero existen ayudas para la rehabilitación de edificios que tanto las comunidades de vecinos como los particulares pueden solicitar. En algunos casos, las subvenciones pueden llegar hasta el 85% de las obras.
Principales beneficios.
Ahorrar en tus facturas es una de las principales ventajas, pero no la única. Aquí puedes ver algunos de los beneficios que tendrá mejorar eficiencia energética de tu inmueble:
- El valor del edificio en el mercado inmobiliario será mayor.
- Dirás adiós a los problemas de humedades y corrientes de aire.
- Aumento del confort tanto térmico como acústico.
- Si se opta por incorporar energías renovables, como la luz solar o la biomasa, se puede almacenar y compartir energía con instalaciones de autoconsumo.
- Disminución de las emisiones de CO2.
- Reducción del consumo energético del edificio.
- Amortización de la inversión de año en año.
Como ves, las ventajas son muchas por lo que te conviene cuanto antes ponerte manos a la obra. Si quieres un estudio a fondo para tu caso porque necesitas ahorrar energía y dinero en tu factura de la luz, no dudes en consultar a expertos en tu zona. En Gijón, Pleya emite certificados energéticos que informan de lo eficiente o ineficiente que es el edificio. Además, este documento detalla las medidas concretas que hay que adoptar para mejorar esa eficiencia. Puede ser el primer paso hacia la optimización y ahorro de energía.
