Al momento de poner en marcha un bar en España, es imprescindible obtener la licencia correspondiente para no tener problemas legales con el funcionamiento del local. Lo primero a saber es que en el ámbito de la hotelería encontramos cuatro clasificaciones diferentes: bares, cafeterías, restaurantes y una última conocida como “cajón de sastre” que incluye todos los servicios que no entran en los tres anteriores. Y en lo que respecta específicamente a las licencias de bares, hay tres subtipos cuyas características analizaremos a continuación:
Licencias de restauración mixta menor
Estas licencias son para aquellos bares que sirven bebidas, bocadillos fríos o calientes y tapas en barras o mesas. Lógicamente, la cocina cuenta con herramientas básicas, como planchas y máquinas de café.
Es preciso señalar que los locales gastronómicos que obtienen este tipo de habilitación no están habilitados para ofrecer una carta grande, que incluya platos elaborados.
Licencias para bares con comida rápida
Los bares con esta licencia disponen de más elementos para cocinar, por lo que están en condiciones de ofrecer un menú un poco más amplio, como panchos, hamburguesas y otras comidas rápidas. De todas maneras, cabe destacar que no están habilitados para preparar platos demasiado elaborados.
Licencias para bares cafetería
Además de bebidas, aperitivos, bocadillos y comidas rápidas, estos bares están habilitados para servir una mayor variedad de infusiones y brebajes. Por ejemplo helados, batidos y todo tipo de cafés y tés.
Otros tipos de licencia
Existen otros tipos de licencia para bares, menos habituales, destinadas a cervecerías, tabernas, mesones y salones de juegos.
También hay lugares que fusionan dos o más servicios, tales como el restaurante bar, que cuenta con un amplio menú de comidas y bebidas.
Por último, están también las derivaciones de los tres grupos principales. Son un claro ejemplo aquellos bares con ambientación musical, en cuyo caso necesitará un permiso para realizar conciertos o vaya a acudir algún DJ.
Independientemente del tipo de licencia para bares que necesites, debes tener presente que es clave que la realización del proyecto esté a cargo de un profesional para que sea un proceso mucho más rápido y sencillo.
¿Cómo sigue el trámite?
Una vez comprobado y certificado que el bar cumple con la normativa, la administración le dará la licencia correspondiente. El último paso es que el o los dueños inscriban el local en el registro de empresas y actividades turísticas de la comunidad para poder empezar a funcionar.
Es importante tener en cuenta que, si el negocio se alquila o se vende en el futuro, no es necesario volver a solicitar la licencia de hostelería. Esto siempre y cuando la actividad se mantenga y el permiso no haya caducado.
Ahora bien, si el bar se traslada a otra parte, entonces sí será preciso pedir nuevamente el permiso para estar habilitado.
Antes de invertir en el negocio hostelero, es realmente importante que tengas en cuenta el tipo de licencia que vas a necesitar para poder agilizar el trámite y tener el negocio funcionando lo más rápido posible.