Reformas pisos

 

¿Necesitas reformar tu vivienda y no sabes que pasos hay que dar?

¿La configuración de la vivienda no te gusta ?

¿Te gustaría modernizar tu casa?

¿Es importante contar con técnicos y arquitectos?

Es fundamental para dos cosas principalmente, una de ellas es para el tema de la distribución, sobre todo si se trata de una vivienda que requiere redistribución. Los especialistas tienen experiencia en dar soluciones creativas o imaginativas a las distribuciones de las viviendas y seguramente esto no lo consigue con otra empresa que no cuente con estos profesionales o no estén especializados.

Una vez se ha decidido llevar a cabo una reforma integral de la vivienda, hay que tener en cuenta una serie de pasos a seguir que ayudarán a evitar cualquier imprevisto…

1. Anotar las necesidades de los habitantes 

Normalmente se opta por una reforma integral en baños y cocinas, ya que o están desactualizados o las instalaciones son deficientes, etc. Sin embargo, no siempre se piensa en cuáles son las necesidades de aquellos que habitan la vivienda. Por eso, antes de contactar con nadie, hay que tener claras cuáles son esas necesidades y anotarlas. El arquitecto/a o el decorador/a elegido para llevar a cabo la reforma será quien se encargue de encontrar la solución al problema

2. Calcular el presupuesto de la reforma 

Contactar con profesionales cuando todavía no se sabe si el presupuesto va a dar para todas las obras es bastante pesado. Lo mejor es utilizar un calculador de reformas gratuito con el que saber al momento el precio. Se trata de una forma muy precisa de determinar el precio de las obras, ideal, sobre todo, para las reformas integrales.

3. Buscar un profesional 

El boca-oreja sigue siendo un buen método a la hora de buscar un profesional, pero también lo es el uso de webs como Plan Reforma. Lo importante en este punto es contactar al menos con tres profesionales, para así tener varios presupuestos que comparar y luego poder escoger el que más se ajuste a los requerimientos de cada uno.

4. Elegir las calidades de la obra

Lo habitual es que se contacte directamente con un profesional pero, a veces, para las obras que no requieren proyecto previo, hay quien prefiere hacerlo por su cuenta. Sea como sea, antes de pedir presupuesto hay que tener claro qué acabados se quieren: tipos de suelos, griferías, muebles de cocina, electrodomésticos… Si se va a contratar a un arquitecto o interiorista, él podrá aconsejar en la elección de materiales para ajustarlo al presupuesto fijado. También se puede encontrar ayuda en los propios calculadores de reformas.

5. Comparar presupuestos para la reforma 

Es esencial que todos los profesionales presupuesten lo mismo, ya que si cada uno pone lo que quiere, será muy difícil comparar. Por eso también es importante tener claras las necesidades y las calidades que se quieren antes de solicitarlos.

6. Elegir la empresa de reformas integrales 

A la hora de decidirse por un profesional u otro, es imprescindible quedarse con aquel que mejores sensaciones cause. La reforma de una vivienda es un proceso complejo que puede ser entrañable si va de la mano de alguien que guste, no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal.

7. Firmar el contrato de obra

Muy pocos son los que se deciden a redactar un contrato de obra y, sin embargo, es altamente recomendable para poder minimizar las discusiones o malentendidos que puedan surgir durante las obras y que se pueden traducir en extras de obra. Saber qué contiene el presupuesto de reforma es imprescindible, sobre todo en la rehabilitación de casas antiguas, donde la aparición de extras es mucho más habitual debido a los vicios ocultos.

8. Saber qué permisos de obras son necesarios 

El miedo a pedir los permisos de obras se debe al desconocimiento. La mayor parte de las obras precisan de permisos muy sencillos de tramitar y un arquitecto o decorador puede gestionar todas las licencias necesarias. Si se hacen obras por cuenta propia, solo hay que ir al ayuntamiento y preguntarLas licencias no son ni muy caras, ni muy complejas y, en cambio, tener los permisos colgados en la puerta es una forma rápida de acallar las posibles quejas de los vecinos.

9. Proponer cambios en la reforma si no te gusta

A veces pasa que, pese a haber planificado y estudiado bien el proyecto de reforma integral, una vez empezado a construir, no gusta. Aunque a los profesionales no les gustan los cambios repentinos, es preferible decirlo antes que arrepentirse el resto de la vida. Eso sí, se tendrán que asumir las consecuencias económicas y/o técnicas que estos cambios representen.

10. Tener paciencia 

Es muy importante tener paciencia a la hora de empezar. No se puede hacer todo corriendo ya que planificar bien el proyecto, las calidades y todo lo demás, requiere tiempo. También se debe ser paciente cuando aparezcan imprevistos, sobre todo cuanto más antiguo sea el piso. Muchos de esos extras son difíciles de prever al principio, pero un buen profesional dará con la solución adecuada.