¿Tienes entre manos un proyecto de construcción, modificación o rehabilitación que pueda tener efectos significativos sobre el Medio Ambiente? Si la respuesta es afirmativa has de saber que vas a tener que encargar un Estudio de Impacto Ambiental conocido también por sus siglas EIA.

Es importante ser conscientes del impacto que produce un proyecto o una actividad en el entorno natural. Ese impacto o alteración no tiene que ser necesariamente negativo, pero suele afectar siempre en mayor o menor medida ya se trate de la construcción de una carretera o de la creación de zonas de ocio.

¿Qué es un Estudio de Impacto Ambiental?

Un Estudio de Impacto Ambiental es un documento técnico que debe elaborar el promotor de un proyecto de ingeniería u obra y que contiene una valoración desde una perspectiva ambiental. Este estudio forma parte de de la Evaluación de Impacto Ambiental, un proceso administrativo que determina las repercusiones ambientales que puede tener un proyecto y que sirve para decidir si se llevará a cabo o no. Es decir, estamos ante un documento vinculante e imprescindible para la aprobación y posterior ejecución de cualquier proyecto que ponga en riesgo el Medio Ambiente.

¿Qué proyectos necesitan presentar un Estudio de Impacto Ambiental?

Los  proyectos que precisan un EIA son aquellos sometidos a Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria y aparecen recogidos en el ANEXO I de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental.

La clasificación recogida en ese anexo es muy extensa pero vamos a resumirte los proyectos más frecuentes que requieren de un Estudio de Impacto Ambiental:

• Ganadería. Instalaciones destinadas a la cría de animales en explotaciones ganaderas.
• Industria extractiva. Tanto yacimientos a cielo abierto como minería subterránea o extracciones en el medio marino.
• Industria energética. Refinerías, centrales térmicas y nucleares, grandes tuberías para el transporte de gas o petróleo, parques eólicos y de energía solar, etc.
• Industria siderúrgica y mineral. Instalaciones para la producción y fundición de distintos metales.
• Industria química, petroquímica, textil y papelera. Aquí se engloban tanto productos químicos orgánicos como inorgánicos, fertilizantes, productos explosivos, etc.
• Proyectos de infraestructuras. Carreteras, ferrocarriles, puertos comerciales…
• Proyectos de ingeniería hidráulica. Presas, proyecctos de extracción o trasvases…
• Proyectos de tratamiento y gestión de residuos. Instalaciones de incineración o vertederos.
• Otros proyectos. Aquí se incluyenlos proyectos que se desarrollen en Espacios Naturales Protegidos como por ejemplo pistas de esquí, parques temáticos, dragados fluviales, lineas de transmisión de energía, etc.

Características del EIA.

Si tu proyecto entra en alguno de los grupos que hemos detallado deberás encargar a profesionales el consiguiente Estudio de Impacto Ambiental con el con el objetivo de:

• Detectar, identificar y evaluar los impactos ambientales que va a tener tu proyecto.
• Sugerir medidas correctoras y compensatorias oportunas.
• Proponer acciones que permitan mejorar y potenciar los efectos positivos.

El estudio tendrá que ser multidisciplinar, riguroso, relevante, veraz, participativo (en el sentido de incluir en su investigación a la totalidad de grupos que estén involucrados), adaptativo y eficiente.