En plena primavera y con el verano a la vuelta de la esquina las consultas en torno a las piscinas se disparan. Estas construcciones son la solución perfecta para pasar los días calurosos de forma más llevadera, para practicar deportes acuáticos, para tener a los niños entretenidos o simplemente para disfrutar. Si dispones en tu vivienda de espacio para la creación de una piscina seguro que más de una vez te lo has planteado pero puede que el coste o las dudas y dificultades para llevar a cabo el proyecto te hayan echado para atrás. Si estás decidido a que este sea el año de tu piscina, te facilitamos el camino aclarando cuáles son las licencias que necesitarás. Olvídate de las piscinas hinchables o desmontables y sumérgete en el verano en una piscina auténtica.
¿Qué permisos necesitas?
Aunque construyas la piscina en el jardín de tu casa, al tratarse de una obra que va a modificar sustancialmente el terreno y el entorno es necesaria una licencia de obra. Antes de lanzarte al agua tendrás que realizar un proyecto técnico con ayuda de un arquitecto y una vez lo tengas, deberás presentarlo al Ayuntamiento de tu localidad que es la entidad encargada de conceder las licencias o permisos de construcción. La decisión dependerá de la normativa vigente, del tipo de terreno donde se vaya a construir o de las características de la propia piscina.
Por supuesto si tu vivienda no está debidamente regularizada no se te concederá la licencia para construir la piscina, por lo que antes tendrás que subsanar la situación de tu vivienda.
Hay que tener en cuenta también que dependiendo del tamaño de la piscina el permiso que necesitarás será de obra mayor o de obra menor:
- Obra menor: aquí entran aquellas piscinas de menos de 20 m2 y con una profundidad de hasta un metro. En este caso hay que presentar al Ayuntamiento un dibujo de la parcela en el que aparezca reflejado donde se ubicará la piscina y el presupuesto estimado de la obra. El precio de la licencia será un 4% del presupuesto total.
- Obra mayor: cuando se superen las dimensiones anteriores habrá que presentar un proyecto que cumpla la normativa vigente del municipio creado por un técnico. En este caso la licencia de obra cuesta alrededor del 6% del proyecto total.
Además de la licencia de obra pertinente vas a necesitar otra serie de permisos para los días en los que se lleve a cabo la construcción como el permiso para ocupar la vía pública con la maquinaria que sea necesaria o la licencia de gestión de residuos.
Una vez construida la piscina, aún quedará otro trámite más porque tendrás que inscribirla en la Dirección General del Catastro para lo que dispondrás de un plazo de 2 meses. Para compensar todas estas “molestias” te diremos que el valor castastral de tu vivienda se verá aumentado hasta un 15% gracias a la nueva piscina.
¿Y si ya tengo una piscina pero quiero reformarla?
En este caso la necesidad de un permiso de obras dependerá del tipo de reforma que quieras realizar. Si no se van a modificar las medidas de la piscina no hace falta ningún tipo de permiso especial pero si lo que quieres es hacerla más profunda o ampliarla estaremos de nuevo ante una obra menor o mayor qué sí requiere de licencia.
Como ves, son varios los permisos y trámites que hay que gestionar por lo que dejarse guiar por profesionales como Pleya es la opción más interesante.