Puede que hayas recibido junto a otros familiares en herencia una vivienda unifamiliar y estés pensando en dividirla para poder hacer uso de ella de manera independiente. Quizás tu caso sea que una vez los hijos se han ido de casa, el espacio se te hace muy grande y quieras dividirla para sentirte más cómodo. O tal vez tengas una vivienda unifamiliar en propiedad y quieras sacarle rentabilidad dividiéndola y alquilando ambas partes. Como ves, los motivos para querer dividir una vivienda unifamiliar en dos casas más pequeñas pueden ser variados pero en todos los casos hay que tener primero claro si puede hacerse legalmente y qué pasos hay que seguir. Te lo mostramos a continuación.
Pasos a tener en cuenta para poder dividir una vivienda unifamiliar
Al hablar de viviendas unifamiliares o chalés tendremos la ventaja de no tener que pedir permiso o ponernos de acuerdo con ninguna comunidad de propietarios. Sin embargo, pueden surgir otros problemas a nivel urbanístico.
1) Calificación del suelo
En primer lugar, hay que tener en cuenta cuál es la calificación del suelo acorde al planeamiento urbanístico vigente. Lo más habitual es que la parcela cuente con una ordenanza exclusiva para viviendas unifamiliares, en cuyo caso la única opción sería que cada una de las partes de la vivienda estuviera físicamente separada. En esas circunstancias se actuaría a modo de chalets pareados segregando las fincas en dos. Si por el contrario la ordenanza permite en la parcela viviendas plurifamiliares, se podrían hacer dos viviendas sin necesidad de segregar la finca.
2) Tipos de división
La división de un chalé puede hacerse atendiendo a una división horizontal (en cuyo caso cada planta de la casa sería una vivienda independiente) o realizando una división vertical, también llamada división horizontal tumbada, que consiste en segregar la vivienda de arriba abajo.
3) Proyecto y licencia de obra
Para llevar a cabo el proyecto lo tiene que firmar un arquitecto y hay que solicitar una licencia de obra mayor. Es importante saber que una vez dividida la casa, cada vivienda resultante debe tener una superficie mínima con su propia entrada independiente y aislamiento térmico y acústico entre ellas.
4) Registro de la propiedad
La escritura ante notario es obligatoria para que la separación del inmueble sea oficial. Asimismo hay que inscribir las nuevas viviendas en el Registro de la Propiedad para poder vender o alquilar en un futuro.
En resumen, dividir una casa unifamiliar en dos es algo que ni es sencillo ni es posible en muchos casos. Es necesario estudiar con detalle cada situación particular y si se da la coyuntura, hace falta hacer un proyecto de segregación y que las dos viviendas cumplan la normativa vigente por separado. Para estar seguro de cuál es tu condición y conocer qué obras deberás realizar, lo más indicado es que acudas a profesionales y te dejes asesorar desde el principio. En Pleya, te ayudamos con la división de tu casa unifamiliar. Contacta con nosotros.