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Cuando hablamos de seguridad, la protección contra incendios es uno de los puntos clave, sobre todo en entornos industriales que, a priori, son más susceptibles de correr riesgos de incendios o de que al provocarse uno los daños sean graves. Resulta por lo tanto de vital importancia contar con una instalación de protección contra incendios adecuada tanto en almacenamientos industriales como en establecimientos no industriales. Pero tan importante como esto es asegurarnos de que, en caso necesario, esa instalación y todos sus elementos funcionarán correctamente. Certificar ese buen estado de la protección contra incendios es precisamente una de las funciones de las OCAs.

¿Qué es una OCA y de qué se encarga?

Los Organismos de Control Autorizado, OCA, son entidades que disponen de una acreditación expedida por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación). Esta acreditación las habilita para verificar el cumplimiento de las condiciones y requisitos de seguridad establecidos en los Reglamentos de Seguridad.

Dicho de forma sencilla, determinadas instalaciones tienen que probar que cumplen las exigencias reglamentarias en materia de seguridad. La manera de probarlo es mediante un certificado o acta que emite un organismo de control. El acta que emiten esos

Organismos de Control Autorizado tiene validez en todo el territorio nacional pero ha de renovarse cada cierto tiempo.

En qué consiste una inspección de Protección Contra Incendios.

Las inspecciones de seguridad pueden hacerse en distintos campos y la inspección de Protección Contra Incendios (PCI) es uno de los más importantes. El objetivo de estas inspecciones es verificar los requisitos mínimos que deben cumplir las instalaciones y establecimientos para garantizar la seguridad en caso de incendio y, aún más primordial, para prevenir su aparición.  Si a pesar de todo un incendio llegara a producirse, se tratará mediante el cumplimiento de esos requisitos de limitar la propagación del fuego, así como de facilitar su extinción.

Además de todo lo anterior, la inspección reglamentaria (OCA) se encarga también de certificar que se están realizando los mantenimientos periódicos de las instalaciones contra incendios por personal y empresas autorizadas.

En caso de que la inspección reglamentaria (OCA) detecte incumplimientos respecto al reglamento, el organismo de control se encarga de fijar los plazos para su subsanación. Si los fallos hallados son de carácter muy grave o no se corrigen en los plazos establecidos, la OCA lo pone en conocimiento de los servicios competentes.

Solicitar una inspección reglamentaria.

Dependiendo de si el establecimiento es industrial o no, la frecuencia con la que deben hacerse este tipo de inspecciones a los sistemas contra incendios varía. En el caso de las actividades industriales, según el riesgo de las mismas, las revisiones tienen que hacerse cada 2, 3 o 5 años. Para los establecimientos no industriales, por el contrario, es suficiente con solicitar la inspección OCA cada 10 años.

Antes de cada inspección se recomienda tener toda la documentación requerida al día. Además, es importante que las instalaciones de PCI estén a punto en cuanto a correcciones si procede.

Ante cualquier duda, y tratándose de un tema tan importantes como la seguridad, consultar y pedir asesoramiento a profesionales es lo más adecuado